martes, 6 de agosto de 2019

5-8-2019 Hiroshima. Víspera del aniversario de la primera Bomba Atómica.

Sin madrugar demasiado he salido tranquilamente de Kagoshima. Primero con el viejo tranvia que desde casi la puerta de mi hotel me ha dejado en la misma estación del tren. 


Había reservado dos noches de hotel en una pequeña población en las afueras de Hiroshima,  muy cerca de una estación de tren y del muelle donde sale el ferry de Miyajima, con la idea de visitar hoy la isla y mañana la ciudad,  pero el 6 de Agosto es el aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica sobre Hiroshima y cada año se conmemora el 6 de Agosto con un memorial al que acuden miles de personas y representantes de muchos países y asociaciones. Hoy ya se ven los preparativos,  pero mañana no sería el mejor día para visitar la ciudad.


La ciudad, que fue devastada mañana hará 74 años, no tiene obviamente, muchas edificación es que quedarán en pié después de las 8,15 del 6 de Agosto de 1945. Las piedras de la foto de arriba son lo que quedó del cuartel general del ejército.



Pocas cosas se han rehabilitado en una tierra donde los samurais peleaban defendiendo el reino. El Castillo de Hiroshima, que ahora cuenta con un pequeño museo, es una de ellas. 


Desde arriba se puede ver que la ciudad está rodeada por montañas a excepción lógica de la costa. 




El verdadero interés de la ciudad se centra en el recuerdo de aquel día que mató 80.000 personas y cuyo símbolo es la Cúpula de la Bomba Atómica. 


La bomba explotó a unos 600 metros de altura, 160 metros al sureste de este edificio. 


Curiosamente fue prácticamente el único edificio que quedó en pie en el barrio como de puede ver en las fotos de la época. Se trataba de un edificio de exposiciones industriales donde exponían las novedades, como ahora se hace en una feria. 


A partir de esta tarde ya hay actos y la zona del Parque Conmemorativo de la Paz está lleno de antenas, cámaras y camiones de televisión. 

 
Hay algún concierto pero no mucho público. 

Hasta coros y luego una violinista y un grupo de personas mayores con flautas típicas. Muy divertido... 



Aprovecho la tarde para dar un vistazo al centro de esta moderna ciudad. Grandes avenidas, todo muy cuidado pero nada que se salga de lo corriente. 

Monumento a las víctimas. 


Cuando se pone el sol habían comentado que iba a haber algo especial, pero los actos de hoy hay quedado bastante deslucidos. No había mucha gente en la zona y casi todos los que deambulabamos por allí éramos turistas. 


Un par de cuadrillas encendian con sopletes las hogueras sin mostrar una gran habilidad. En Valencia encienden el fuego para las paellas más rápido y con menos herramientas. 


El Atomic bomb Dome tenía una bonita iluminacion que me ha parecido que instalaban esta tarde. Lo cierto es que es un edificio que no te deja indiferente. 


Una pequeña procesión de unas cuarenta personas y otras tantas atrás con farolillos y a las 8 todos para casa. Espero que mañana le pongan más entusiasmo. 

Para cenar, la especialidad de la ciudad, Okonomiyaky. Bueno y barato. 

En fin, Hiroshima es un lugar que siempre ocupará un lugar en la historia y estoy contento de haber estado, aunque sea sólo porque es una ciudad en la que todos hemos pensado alguna vez y no tenga gran cosa más que aportar.

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