sábado, 3 de agosto de 2019

2-8-2019 Kyoto. Templos, jardines y gheisas

Esta vez he ido preparado. Me he puesto algo de crema protectora y he cogido una pequeña toalla para el cuello como hacen los locales y también muchos turistas.

El metro en menos de 10  minutos me ha dejado en la estación de Fushimi-inari y de ahí prácticamente sólo tenia que  andar unos 700 metros hasta la entrada del templo Fushimi-Inari-Taisha. 


Este conjunto de templos ocupa toda una montaña y está dedicada a los dioses del arroz y el sake y es que "Inari" significa cereales. Cuando accedes te encuentras con 5 templos de diferentes tamaños, no muy grandes. 


El zorro es quien protege todo el recinto y puedes ver cientos de ellos, casi todos con un lazo al cuello


Posteriormente llegas a las famosas arcadas que yo creía que medirían unos metros, pero no, prácticamente te protegen durante los aproximadamente 4 kilómetros del recorrido, la mitad de ellos subiendo hasta la cima. 

Es bástante duro y de hecho no creo que más del tres o cuatro por ciento de los que visitan el complejo lleguen tan arriba. 

Está araña teje una tela un tanto singular, parece que sean los papelitos que hay atados en la entrada de todos los templos.


Desde la cima no hay vistas, la tapan los árboles, pero a  mitad subida se ve puede ver casi toda la ciudad. 

Cuando parece que estás cerca de llegar te ves escaleras como ésta. 

Durante todo el recorrido vas llegando a estos grupos de capillas y ofrendas como si fueran estaciones. Este es el de arriba del todo. 

Aquí empezaba la bajada, subir me ha costado al menos hora y media, bajar no creo que haya llegado a los 20 minutos. Con la vegetación y un poco de brisa se llevaba bastante bien. 

El próximo destino estaba a poco más de un kilómetro, casi  en línea recta, atravesando un barrio residencial.



En Japón, además de no haber papeleras tampoco hay contenedores de basura. Cuando he pasado por aquí serían casi las 12 del mediodía y aún no la habían recogido. 

Entrada al conjunto de templos Tofuju-ji


Después de ver el anterior y pese a su espectacularidad este templo no te llama tanto la atención. Tiene jardines bonitos pero no son comparables a los que ví en Kanazawa. 


Eso si, éste es un verdadero jardín Zen, porque este templo en el que todavía se imparten enseñanzas de este filosofía cuenta con la más antigua puerta principal Zen en un templo. 



Para mi proxima visita he vuelto a coger el metro, que en Kioto no está tan bien indicado como en Tokio y hay que fijarse mucho más aunque la red sea bastante más simple, pero operan 3 compañías y lo complica un poco. 


He vuelto a mi estación de origen que está entre mi hotel y posiblemente el más popular de los templos de la ciudad, Kiyomizu-dera. Aún así he tenido que andar un rato y el sol ya estaba en lo más alto y las nubes que esta mañana ayudaban un poco parecen haberse desvanecido. 

Esta calle, cuesta arriba, llega hasta el templo y se hace dura porque no hay donde resguardarse del sol a estas horas. 


El templo es casi de dibujos animados con esos colores tan vivos pero además es al que más devocion tienen los japoneses de entre los templos de la ciudad.  Está lleno de gente, muchas chicas con kimono a las que todos queremos ver en nuestras fotos, incluso sabiendo que muchas de ellas son turistas coreanas. Hasta una española he visto yo luciendo kimono!.


Aunque se reformó por última, vez en 1633, el templo data del año 798 y en este momento están realizando importantes obras de rehabilitación en el exterior del templo principal. 







Eran algo más de las tres y convenía retirarse al hotel a refrescarse y esperar a que cayera la tarde para salir de nuevo a pasear y cenar algo.



He visitado el área de Gion que fue la zona más importante de entretenimiento y gheisas a mitad del. Siglo XVII al este del río Kamo-gawa. Hoy lo sigue siendo. Para ubicarse es buena idea empezar desde la entrada del parque Maruyama-koen en la calle Higashioji-dori. 

No es que yo estuviera buscando gente con kimono, es que los alquilan por 25 euros en toda la ciudad y las chicas quieren hacerse fotos. 

Desde allí te adentras por calles estrechas  hasta llegar a Gion corner, desde donde hay que ir calle arriba ya que está es la calle más importante de la zona. Hay muchísimos restaurantes y casas de té de muy alto nivel. He visto cocíneros salir a la calle a despedir a los clientes a la puerta del taxi mientras hacían reverencias en señal de agradecimiento y respeto. En todo caso el tema de las reverencias lo ves en todo el país cuando se despiden. Lo he visto mucho en las puertas de los restaurantes entre lo que parecían hombres de negocios. 


Está es primera y unica maiko que he visto y no se si era auténtica porque estaban haciendo una sesión de fotos o video. En cualquier caso a la velocidad de andaba la chica y con tan poca luz que sólo estás dos fotos se pueden ver decentemente. 


Algún restaurante de la zona es especialmente conocido ya que Kyoto tiene fama de buena cocína y buenos restaurantes. Yo me he conformado con un teppanyaki. He cenado un auténtico yakisoba y estaba buenísimo. 



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