martes, 13 de agosto de 2019

13-08-2019. Jinju

He empezado la mañana probando mi primer tren coreano, aunque no de alta velocidad, es confortable y la distancia no es muy larga. Tengo que hacer transbordo en la estación de Myriang antes de llegar a mi destino, Jinju. 


La estación de trenes está a unos 10 minutos en taxi del centro. 

Se trata de una ciudad de casi 300.000 habitantes, pero en general las fincas son de dos alturas a excepción de las afueras por lo que ocupa una gran extension. Es la segunda vez en este viaje que cojo un taxi. 

La ciudad parece cristiana, aunque no católica, por el número de iglesias que veo. 

La ciudad no llama mucho la atención. Es cierto que no se ven elementos budistas ni templos, sólo cruces cristianas e incluso he visto Testigos de Jehová en su búsqueda de nuevos miembros, algo que también vi un día en Tokio. 

Lo único interesante de Jinju parece ser su fortaleza,  la que ellos llaman castillo. Data originalmente del siglo XII pero los elementos de madera ardieron  en sus primeras guerras contra la invasión japonesa en el siglo XVI y por última vez en1950 en la Guerra de Corea que dejó separadas el Norte y el Sur del país hasta ahora. 


Otra novedad coreana. Este spray gratuito a la entrada del parque te permite rociarte de repelente de insectos. 

El parque, las murallas y el resto de lo que se encuentra en el interior resulta interesante, incluido el museo, que como tengo tiempo de sobra lo he visitado y aprendido que este país siempre ha vivido entre las decisiones de chinos y japoneses y las guerras entre ellos y de hecho, no obtuvieron la Independencia de Japón hasta 1929. Por eso se parecen tanto estos países. 


Este es el pabellón más popular del país junto a otro que hay en Pyeongyang (Corea del Norte) 

Las murallas protegían también el río. 


Aquí hay una gran piedra sagrada. 


Lo cierto es que el resto de la ciudad es mas bien aburrido. No hay mucha gente por la calle, muy pocos turistas y ninguno occidental. El mercado, casi sin actividad a estas horas incluso me cuesta encontrar un restaurante abierto. Son casi las 3 de la tarde, así que me compro un sandwich y me voy a descansar al hotel y a esperar que se vaya el sol. 


Casi a las siete de la tarde comienzo  a patear el centro de la ciudad. Francamente no aparece nada interesante. Como te fijas en los temas cotidianos te das cuenta de cosas, que además coincide generalmente con Japón. 
Por ejemplo el 95% de los coches son coreanos, Hyndai, Kya, Genesys, Ssanyong... Las tiendas de electrodomésticos y electrónica destacan con sus marcas Samsung y LG.. y tampoco hay inmigración, salvo que sean chinos o japoneses, cosa que dudo porque no hay restaurantes chinos!!. 

Iglesias con luces y arquitectura para "estudiar" si que hay

Tambien moteles con su corazoncito y es que lo de los barrios " rojos" tanto en Corea como en Japón merece un capítulo aparte y un profundo análisis porque choca mucho con esa cultura oriental basada en el respeto. 

A las 10 de la noche tampoco hay demasiado movimiento. 

La basura se deja e la calle. Esta mañana he pasado sobre las 8 al volver de tomar café y las bolsas aún seguían ahí, aunque hay que decir que habían limpiado la basura que se había desparramado ayer. Sigo sin saber a que hora recogen la basura. 


En conclusión es una ciudad a la que no merece la pena venir, pero siempre se aprende algo y yo además he dormido algo más de lo habitual. 

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