domingo, 11 de agosto de 2019

11-08-2019 De Osaka a Busan, de nuevo en Corea del Sur

Desayuno tranquilamente porque tengo todo el tiempo del mundo para llegar a Kansai, el aeropuerto de Osaka construido en 1994 en una isla artificial. La mejor forma para ir es con metro y tren, rápido y barato. Mi vuelo a Busan, la segunda ciudad más importante de Corea del Sur, al sudeste de la península coreana, sale a las 13, 50. 

La isla artificial está unida con las costa a través de este largo puente

Mi última comida japonesa, ramen con beicon y huevo, en el aeropuerto. Muy buena. 


El avión sale puntual de la Terminal 2 que es sólo para compañías de bajo coste. La terminal, a excepción de la tienda Duty free es también de bajo coste. Lo curioso es que la terminal está llena de carteles como que ha sido galardonada con el premio a la mejor terminal Low cost del mundo!!!. O no hay más terminales Low cost en el mundo o es la única que se ha presentado. 

Los pasillos hasta las puertas de embarque sin aire acondiciinado a las de 30 grados. 

La puerta de embarque como comprada en Ikea. 

MI avión, con la distancia entre asientos para pequeños japoneses. Uno de más de 1,80 lo pasará mal. 

Por supuesto embarque a pié.

La Terminal 1 por supuesto no tiene nada que ver. 


Pese a todo el vuelo sale puntual y solo ha estado en el aire 65 minutos y es que Busan es el puerto más próximo a Japón. Tiene un ferry que conecta con Fukuoka en 3 horas y es que las playas de la zona son un destino muy popular entre los asiáticos. 

Ya se puede observar en la aproximación a Busan la cantidad de islas que conforman la zona. 

Está vez me he armado un lío con los nombres de las estaciones al confundir dos con nombres muy parecidos lo que ha hecho que retrasara un poco mi llegada al hotel, que no era especialmente fácil de encontrar. 

Nada más salir del metro, estaba a 800 metros del hotel. Tampoco era finamente la estación más cercana al mismo. Hay otra a solo 100 metros! 

En fin que ya eran las 5 cuando he llegado a este peculiar barrio y solo he dedicado la tarde a pasear por los alrededores que muestran la vida de real en la ciudad.

Está es la calle del oro. Hay decenas de joyerías con grandes escaparates y todas tienen clientes pese a ser Domingo. 

La zona tiene una parte moderna también. 

Está cena, he repetido la carne, y cerveza grande por 14 euros. 

Para la cena he elegido algo muy típico aquí entre los coreanos, son como barbacoas. En cada mesa hay una especie de plancha. He visto muchos restaurantes de este tipo con diversos sistemas de fuego, incluso con grasas. 

Aspecto de las teóricas costillas a tes de que se cocinen. Están muy buenas pero mejor no preguntar que es. 


Al menos en esta parte de la ciudad no marcas occidentales e incluso la mayoría de restaurantes sólo tienen la información con caracteres coreanos. 

Hay más tráfico que en Japón porque aquí el transporte público no es tan eficiente. 

Hyundai, son también grandes almacenes. 

La zona cambia bastante por la noche y aunque no se ve nada raro en la calle se trata de uno de los "red light district" de la ciudad. Por la noche ya se Observa que además de hoteles hay muchos moteles. Estos últimos en general tienen fachadas muy vistosas y a la vez tienen muy discretos accesos para las personas e incluso a los garajes. 


Mi hotel está situada en un estrecho callejón a la izquierda de esta calle. 

Nunca había visto esta medida de seguridad en un hotel. Es una cuerda con una polea para descolgarte por la ventana en caso necesario. Yo estoy en un segundo piso. 

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