miércoles, 31 de julio de 2019

31-07-2010 Kanazawa. Jardines japoneses

Nada más salir de mi hotel me he encontrado con uno de los tantísimos templos que hay por la ciudad, pero como hoy era el primero que encontraba me he acercado. Normalmente no hay nadie pero supongo que irán de vez en cuando. Suelen orar en las pequeñas capillas anexas y atan un trocito de papel con los que han pedido a los Dioses.




Mi primera visita hoy era realmente el Gyokusen-inmaru Garden que ayer no tuve tiempo de ver en mi visita al castillo. Es un típico jardín japonés, no muy grande, pero realmente impresionante. 








Se recorre en quince minutos y aunque quieres estar mucho más tiempo observándolo apenas puedes aguantar un rato más ante el dramático sol que cae a plomo y la falta de espacios de sombra accesibles. La temperatura es de 31 grados y hay una humedad razonable, pero el sol ataca de una forma tremenda. 

La salida del parque, también muy bonita, adolece igualmente de sombras por lo que hay que andar despacito para evitar sudar más de la cuenta.


Como toda ciudad en expansión turística que se precia no le falta su Museo de Arte Contemporáneo. He entrado a echar un vistazo pero lo que más me gusta es su estupendo aire acondicionado que disfruto durante algunos minutos. La entrada al museo es libre.


Tiene alguna escultura cromada interesante en los jardines, pero la gente, y yo también, se acerca a esto que parece una espiral y que realmente son tres semicírculos  de diferentes colores.



Este templo, justo enfrente del museo, es al parecer uno de los que más trabajo da a los dioses, al menos por el número de papelitos de peticiónes atados. 


Finalmente accedo a los jardines de Kenroku-en. Aquí si que se paga entrada, tan sólo 2,5 euros. Estos son bastante más grandes, ocupan una montaña y tienen instalaciones de cafetería, tiendas, etc.




Aquí el sol del mediodía sigue haciendo de las suyas. Aunque hay árboles, al estar el sol justo encima de las cabezas hace que las sombras se queden bajo los árboles. 

Hay muchos cuidadores para los jardines. Estos en particular parecían estar recogiendo malas hierbas una a una!! 




Como en todos sitios que he visitado hasta ahora es muy normal ver chicas y a veces algún chico ataviadas con trajes típicos.



He encontrado un parterre donde sentarme protegido del sol a beber agua y descansar unos minutos. 


En todo el país estoy viendo estos cuervos, los hay por miles, de un tamaño más que considerable, que graznan desde casi cualquier concentración de árboles grandes. No son fáciles de fotografiar porque levantan el vuelo antes de que te acerques a 20 metros de ellos. Deberían estar acostumbrados ya a las personas pero mantienen su carácter salvaje. 


Tenía la esperanza de ver una gheisa, o al menos una maiko, pero creo que deberé esperar a Kyoto. Me he acercado a Higashi-chaya-gai, el distrito donde hace años los patrones construyeron estas casas a sus gheisas. Hoy aún existen e incluso se puede concertar una velada con comida. El precio ronda los 2.500 euros por persona para grupos de 10 ó más con dos gheisas sirviendote. 





En la guía pone que a veces por la tarde es posible verlas en la calle. Yo he vuelto esta tarde y no parecía haber ningún movimiento. 

Ya de vuelta al hotel que está tan solo a unos 20 minutos andando, me he encontrado con este templo alrededor de unas curiosas calles estrechas. 



Antes he ido al Omi-cho-Market, especializado en pescado que cuenta con muchos restaurantes que te ofrecen el producto fresco, aunque yo al final me he decidido por comida menos turística. 




Era el momento de descansar y esperar tranquilo y fresco en el hotel hasta que el sol se pusiera. La temperatura apenas baja 1 ó 2 grados, pero se puede caminar sin problemas a mejor ritmo.

Después de comprobar que hacia demasiado calor para que las gheisas salieran a pasear inicio el camino hacia la zona de la nueva estación que se ha convertido en otra zona popular para cenar. 


El puente pasa por encima de uno de los dos ríos que cruzan casi en paralelo la ciudad. Ya estaba cayendo la noche. 


Mucho más animada la zona de la estación donde también han construido nuevos y enormes hoteles de grandes cadenas, no resulta fácil encontrar sitio para cenar. Algunos porque todo está en japones y no me apetece aventurarme, otros porque están llenos y no precisamente de turistas. Al final he cenado en un restaurante de un centro comercial. En esta ciudad el inglés es poco utilizado comparado con Tokio. 
 

La estación, a la que vendré mañana para tomar mi tren a Kyoto es casi más espectacular de noche y tiene anexa la estación de autobuses por lo que es muy práctica para el usuario. Cuando son algo más de las 11 de la noche me cruzo con otro grupo de currantes que seguramente vuelven de cena.





martes, 30 de julio de 2019

30-07-2019 Del Monte Fuji al Castillo de Kanazawa

Cuando parecía que ya no Iba a ser posible fotografiar el Monte Fuji, contra todas las previsiones el día aparece despejado. Tan sólo esa nube que no puede superar a la montaña impide sacar una foto del cono perfecta. Esta está sacada desde la ventana de mi hotel.


Y estas dos desde la estación.




Normalmente los turistas no suelen pasar noche aquí y suelen hacer una excursión de un día desde Tokio, entre otras cosas porque para ir desde aquí hasta alguna ciudad importante al final debes hacerlo casi siempre vía la capital del país. 

Es lo que hecho yo. He cogido el autobús de las 9 en la estación justo enfrente de mi hotel. A las 11 llegaba a Tokio y sin salir de la estación de Shinjuku he cogido un tren local que enlaza con el Shinkansen (Tren bala equivalente a nuestro AVE). A las 15,20 estaba en mi destino. 



Es muy fácil con el Japan Rail Pass y la aplicacion "Hyperdia". Dices de dónde a dónde y a partir de qué fecha y hora y te da las opciones.



Kanazawa no estaba en los circuitos turísticos hasta que en 2015 llegó a la ciudad el tren de Alta velocidad. Ahora los 450 kilómetros los haces en 3 horas desde Tokio. Hace unas 10 paradas y por eso me cuesta más. Hay otros trenes sin paradas o con menos pero ya no son gratuitos con el Japan Rail Pass. Aunque están muy bien y son muy cómodos. 

Esta es la nueva estación de tren de Kanazawa tras la llegada del Shikansen. Impresionante. 

Hasta el hotel he ido dando un paseo de unos 20 minutos, siguiendo la avenida que nace en la misma estación. Esta zona con la llegada de muchos más turistas se ha revitalizado al igual que esta ciudad de poco más de medio millón de habitantes. 

Después he ido a afeitarme. He tenido un mal entendido con la amable barbera, ya entrada en años, que tras dejarme una perilla, en lugar de rebajarme la barba, ha tenido que afeitarme del todo para evitar males mayores. Ha sido muy simpática y como sé que con un japonés que no habla inglés no te entiendes ni por señas, le he pagado los 1.000 yenes (poco más de 8 euros), que por tiempo se lo ha ganado y asunto arreglado. Total la barba crecerá igual. 

Estaba justo al lado del parque del Castillo de la ciudad, recientemente remodelado tras un devastador incendio en 1881, por lo que he aprovechado para dar una vuelta por esta zona. 









Es realmente bonito aunque los jardines los veré mañana junto a los de Kenroku-en que están pegados y que cuando he llegado a las 18,00 ya estaban cerrados. Dicen que están entre los tres mejores del país. 

La ciudad es muy manejable, se puede hacer casi todo a pie. 



Está es la calle más comercial de la ciudad, Korimbo, y prácticamente la cruza de Norte a Sur, pero al final de  este tramo cuando se encuentra con el barrio de Katamachi se concentran las zonas de ocio y restaurantes. 

Mientras paseaba he visto cosas que me han llamado la atención. En este caso son las curiosas vallas de esta obra. 

Esta foto "robada" corresponde a uno de tantos abueletes que se enfunda el uniforme y se pone en un paso de cebra a dar el paso con su linterna. Supongo que lo hacen por afición porque no hacen falta con los semáforos. 


Buscando un restaurante ya caída la noche. No he encontrado el que buscaba o quizás el cartel estaba en japonés y al final como estaba cansado he cenado cerca del hotel y me he ido pronto a la habitación. Mañana buscaré por Katamachi.