jueves, 1 de agosto de 2019

1-8-2019 Kyoto. Esta ciudad me va a gustar.



Lo primero que te encuentras nada más salir del tren es con una moderna estación,  ella la Torre de Kyoto, que no especialmente alta, pero con su plataforma panorámica a 100 metros de altura te permite ver toda la extensión de la ciudad.

El calor es sofocante, mucho peor que ayer. La temperatura es de 31 grados pero con una humedad que hace que la sensacion térmica sea de 36, y lo peor es que ahora si que te hace sudar. 


Antes había ido a dejar los trastos en el hotel caminando porque aún no sabía lo de la humedad en esta ciudad y tras pegarme una ducha del día y está vez en metro, he vuelto hasta la zona de la estación, que dado que ha eran las tres de la tarde parecía un buen sitio para empezar. 


He comido carne esta vez en un teriyaki, 25 euros. Era rápido y no había tiempo que perder, porque tenía que subir a la Torre tras pagar algo más de 6 euros. 

Estas vistas las iba cotejando con la guía y por ejemplo se podía ver el templo que en un rato iba a visitar, además he localizado la zona de mi hotel, lo que me ayudará a situarme. 




Un tren llegando a la estación. 

No he estado más de 20 minutos y me he acercado al gran templo budista de Higashi Honganz-ji. Lo más curioso es que la guía no te indica este templo como una de las cosas que no te puedes perder. Sólo te lo recomienda ir a verlo si estás cerca de la estación. 

A mi, desde luego, me ha parecido impresonante. De hecho uno de los edificios es el segundo más grande de los construidos en madera en Japón y creo que el más grande también está en Kyoto. 







Francamente no me esperaba algo tan espectacular. El edificio empezó a construirse en 1602, pero como todas las construcciónes antiguas de madera, ha ardido en diversas ocasiones y su ultima reconstrucción fue alrededor de 1880.



Curiosamente en el Interior de estos templos no hay ninguna magen de Buda ni de nadie, aunque la gente reza igual en el Interior. 



Eran las 5 y ya cerraban las puertas y es que en Kyoto todo cierra entre las cuatro y media y las cinco, por lo que habrá que planificar mejor mañana si el calor lo permite. 


Como necesitaba de nuevo otra ducha y estaba bastante agotado por el ambiente tan caluroso, he ido hacia mi hotel cruzando por algunas calles del centro, porque es enorme, y no paras de encontrarte con templos de todos los tamaños. 




Curiosamente, antes de cruzar el río he visto movimiento y es que a solo unos cientos de metros más allá me he topado con la que seguramente es la zona más comercial y bulliciosa de la ciudad. 


Este es el Nishiki Market, que mejor veré otro día en el que me quede más energía. 

A una parte y otra del río está lleno de restaurantes y gente. Hay edificios que parecen de principios del siglo pasado o incluso anteriores, algunos realmente soberbios y el ambiente es animadisimo. Como esta muy cerca de mi hotel volveré cuando ya sea de noche a ver si el tiempo acompaña. 




En esa misma zona siguen los cables aéreos. En un país tan moderno como éste, creo que no querrán soterrar los por alguna razón. La verdad es que esteticamente me gusta o quizás es que me he acostumbrado a verlos. 



Efectivamente a partir de las 20,00 sigue haciendo calor pero se aguanta bien. No obstante he ido caminando sin prisa junto al río que en teoría debería ser más fresquito.... pero no. Los restaurantes que dan al río están llenos, pero algunos a más nueve de la noche ta recogen los trastos. 

  Edificio que parece ser de la Opera japonesa, tipo la china por lo que sólo lo veré desde fuera. 

No esperaba hoy ver tantas cosas que me sorprendieran, pero por algo esta ciudad es la capital cultural de Japón y fue durante siglos la capital del país. Tampoco esperaba este bochorno, pero vale la pena. 

Al final me he tomado una cerveza en esta estrecha y animada calle. 

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